Hoy tengo ganas de llorar, porque nada parece tener sentido.
Porque necesito hundir en otro. Necesito extraer esta capa de moho, de smog, de miseria y de desazón con una espátula y dejarla pegada en tu piel, mezclada con tu sudor, tus miedos, y tu mierda. sin emitir palabra.
Me encargué de que no haya nadie. Me acostumbré a que no haya nadie... y venís así, lo mas campante a revolearme un quizás, que persigo como si fuera un sapo escurridizo en el pantano de la soledad.
Me escondo detrás de un árbol, y trato de adivinar que quiere. necesito apretarlo hasta casi ahogarlo y sacarle un te amo.
Y bueno, acá estoy. ya lo sabés.
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