domingo, 30 de mayo de 2010

Visita

Lentamente fue acercándose...agazapada, camuflada entre el humo, la rutina y la indiferencia. El egoismo que muchas veces nos obliga a mirar hacia adentro, y nos distrae. Nos olvidamos de mirar hacia arriba.

Fiel compañera de soledades asfixiantes... Cómplice de tropiezos, de idas y vueltas.

Con esa mirada impasible, llena de vida, humilde y sobervia a la vez, por sobre todas las cosas. Silenciosa, para quien no sabe escucharla.

Por sobre todos los tiempos... no dejes de existir.

Brillante consejera, no es necesario atraparte, para saber que siempre vas a volver.

Le acaricio las pestañas con mi suspiro, y agradezco todas sus noches.

No hay comentarios:

Publicar un comentario